- LA ESFERA DE MISUKI -
El
doctor Hayashi registraba cautelosamente los impulsos cerebrales de Misuki con el ceño fruncido viendo los resultados
iluminados en el monitor de su computadora, se levantó del asiento que rodaba
junto a la cama, apagó la luz fosforescente que cubría tenue el laboratorio
improvisado de su departamento y encendió una tímida luz blanca que revelaba su
desvelo en la madrugada de Osaka, su paciente yacía pálida sobre la cama y le
dijo con voz sutil que despertara, el experimento había terminado. La joven Entreabrió
los parpados con dificultad, la droga que le había suministrado Hayashi era fuerte
pero fugaz, Hayashi confiaba que Misuki despertaría sin dificultad, se enfocó
por un momento nuevamente en el monitor que le reflejaba resultados muy
alentadores en las frecuencias, estaba deseoso por entrevistar a Misuki sobre
su experiencia durante el sueño cuántico. Regresó al pendiente para revisar su
estado, se inclinó sobre ella para tratar de despertarla gritando su nombre,
después la sacudió y al cabo de un instante ya había intentado con el primer
jarrón de agua fría y la primera cachetada para que reaccionara. Pensó en
aplicarle adrenalina, pero tenía que ser su último recurso, la base de todo el experimento
podría destruirse con el uso de narcóticos comunes, estaba en una inmensa
contradicción científica y moral, no quería echarlo todo a perder, pero de nada
serviría si Misuki no despertaba. Su confusión fue interrumpida por el sonido
que delataba el bajo pulso de la paciente que se desvanecía, alcanzó a ver de
reojo el monitor de su computadora cuántica, el indicador de significancia
estaba más allá del máximo esperado, si no fuera por la emergencia, estaría
celebrando.
El
tiempo se agotaba y sus opciones desaparecían, tomó una jeringa de la mesa de
mayo y le inyectó la adrenalina en el brazo, el electrocardiograma se alteró
pero ella solo reaccionó con una pequeña convulsión del cuerpo, la preocupación
y la tensión lo abordaron, Misuki seguía dormida y su pulso se mantenía en situación
crítica, Hayashi le inyectó más adrenalina, espero impaciente un par de
segundos pero no hubo reacción, preparó el desfibrilador, intentó regresarla
pero antes de que pudiera darse cuenta Misuki ya había perdido la vida. Se hincó
y se jaló los cabellos tratando de lastimarse con toda la desesperación que le
provocaba el sonido unísono y penetrante del electrocardiograma que inundaba su
departamento.
Como un
muerto viviente trataba de recuperarse, había entrado en un estado de shock que
lo dejó inerte en el suelo con la espalda recargada en un mueble, como muerto
viviente trataba de recuperarse, en automático, se levantó y salió de su departamento. Subió a su auto sin saber realmente
que hacer o a donde ir, manejó sin rumbo fijo, su instinto de supervivencia lo
alejaba de la ciudad y lo guió a casa de su amigo Yoshiro que vivía en las
afueras de Kyoto. Tomó el móvil de su bolsillo para contactarlo, pero antes de
poder marcarle sonó un número no identificado provocándole una paranoia que lo orilló a la banqueta, no
sabía que hacer, quién podría estarlo llamando a las dos de la madrugada,
Hayashi no podía más que relacionar la llamada con el experimento en su
departamento. Decidió ignorarla, colgó y
cambió a la pantalla de directorio para contactar a su amigo. Tuvo que esperar
bastante antes de que le contestara un Yoshiro semi-despierto.
─ Yoshiro, soy yo Takumi, tengo un serio, serio problema amigo,
necesito platicar contigo, ahorita,
─ Takumi? – Yoshiro trataba de despertar y adivinar lo que sucedía
─ Si Yoshiro, soy yo Takumi, amigo, se que ha pasado tiempo que
no nos vemos pero, realmente necesito de tu ayuda.
─ ¿Que te pasa? Estás muy alterado cálmate,
─ Necesito tu ayuda, es importante.
─ Maldita sea Hayashi, ¿Que hiciste?
─ ¿Sigues viviendo en Kusatsu?
─ Si, aquí estoy.
─ Te veo ahí Yoshiro, - Pensó en la llamada anónima.- no me hagas más preguntas por favor
Hayashi colgó de inmediato, suspiró
denotando su intento por recobrar fuerzas y la calma, pensó entonces en el
cuerpo de Misuki, se angustió por dejarla ahí, inerte, sin vida, sola. Sacudió
sus ideas y resolvió que debía ir primero con Yoshiro para pedir su consejo y su ayuda para manejar la
situación, se convenció a si mismo de que no tardaría, unas tres o cuatro horas
para sacudirse el miedo y la malas decisiones.
…
Yoshiro le sirvió un poco de té a Hiroshi que meditaba sobre sus acciones
con los dedos entrecruzados, los codos sobre sus piernas y la mirada perdida al
frente, Yoshiro esperó a que su amigo reincorporara su ánimo para seguir con el
relato de la muerte de Mizuiki en su departamento.
─ El instituto ya no quiso seguir apoyando, me pidieron
que desechara el proyecto y que me deshiciera de toda evidencia y de toda la
información. El procedimiento era demasiado peligroso, Misuki me suplicaba para
que continuara con el experimento, ella misma redactó y firmo la carta
responsiva.
Yoshiro
lo veía con escepticismo, Hayashi le respondió con un argumento que le parecía
sólido en ese momento.
─ Deberías de haberla visto para entender mi decisión, Misuki
transpiraba desesperación, se veía el suicidio en sus ojos, no podía negarme.
─ Entonces, decidiste arriesgar tu carrera de
psiquiatría por esta mujer… - le dijo Yoshiro asegurándose de sonar como
aseveración y no como pregunta.
─ No es asi…
─ Asi parece, si alguien de tus tutores se llega a
enterar… ¡Se acabó para ti!, Tu trabajo, tus estudios... ¡A la basura!, dudo mucho
que ese consentimiento te adyude ante una corte del Imperio!
La
desesperación de Yoshiro provocó un momento incomodo entre los dos, cada uno
tomó su esquina, bebieron más té, pero sabía demasiado amargo, Yoshiro se acercó
al bar que tenía montado en un costado de la sala, Sacó una botella de sake y
sirvió un par de tragos que llevó lentamente a Hayashi que aceptó la oferta.
Creo que
estabas enamorado de ella. – Le dijo Yoshiro recobrando la calma
─ No es así, no lo estás entendiendo… si tenía
sentimientos por Misuki no tiene nada que ver, se trataba de salvar una vida,
se convirtió en una bomba de tiempo contra si misma, Misuki y yos estábamos
dispuestos a aceptar el riesgo y las consecuencias, pero al Instituto no le interesan
los individuos, les interesa lo que puedan pensar los benefactores y los
accionistas sobre los métodos que estábamos intentando,
Tomó
sake y después de pasar el trago le dijo a Yoshiro con voz desgarrada una
verdad innegable.
─ Métodos que no eran
precisamente convencionales
Yoshiro
quería estar seguro de encontrar el momento indicado para hacerle esa pregunta
compacta y definitiva que serviría para satisfacer su curiosidad y ayudarlo con
más certeza. Un par de minutos bastaron para que se decidiera, tomó un trago de
sake y azotó su recipiente sobre la mesa, el ruido que provocó el vidrio sobre
la madera tenía toda la intensión de sacar a Hayashi de su vacilación. Buscó su
mirada y le preguntó imperativo.
─ Takumi… ¿qué era exactamente lo que estabas
intentando?
Hayashi
no quería explicarle, pero había llegado al punto de querer confesarle todo y
darle una verdadera perspectiva de lo que sucedía, quería reivindicarse
diciendo la verdad, sin miedos. Se levantó de su lugar y caminó breve hacia un
cuadro enorme que representaba con una magnífica abstracción a la diosa hindú
Durga, la había estado observando desde que llegó a casa de Yoshiro, tenía una
extraña sensación que lo invitó a confesar:
─ Queríamos poner en práctica la teoría de la Proyección
Onírica Cuántica, un concepto que estaba resguardado desde hace años en los
archivos del instituto, lo encontré al estar buscando una solución al mal
depresivo de Misuki. Se trata de convertir los impulsos cerebrales de sus
sueños en frecuencias a través de un sistema cuántico y manipularlas durante un
tiempo controlado, esto haría a Misuki consciente de todos sus actos durante el
sueño, tendría el control suficiente para conectarse con sus familiares fallecidos
por medio de los recuerdos que tiene de ellos almacenados en su memoria, esta
conexión y este sentimiento de despedida le daría la paz necesaria para
arrancar de raíz de su mal.
Hayashi
se detuvo pensativo, tomó más sake como pretexto para ganar tiempo y
reflexionar lo que le contaba Yoshiro, lo veía con denotada confusión,
necesitaba saber más.
─ ¿Pero, que fue exactamente lo que causó su muerte?
─ Para que pueda entrar en la frecuencia cuántica
correcta es necesario suministrarle una droga especial, un somnífero con anfetamina
diseñado para el experimento, es una sustancia que ayuda al sistema cuántico
manteniendo su estado físico en condiciones para que pueda estar consciente y alerta durante su
sueño y al mismo tiempo profundamente dormida, la droga está programada para
activarse en el momento indicado de la frecuencia y desactivarse al finalizar
la prueba, pero si la dosis no es la adecuada, si la combinación de la droga
con la frecuencia cuántica en su cerebro se eleva demasiado, se puede perder el
control del experimento y desajustar todo el aparato circulatorio, causando una
parálisis cerebral, un paro respiratorio, coma… o, la muerte.
Yoshiro
tomó un instante para digerir lo que le decía su amigo, estiró su cuerpo y
suspiró con intriga, Hayashi sabía que no comprendía a fondo lo que significaba
la experiencia que experimentó Misuki.
─ Me está costando trabajo escuchar todo esto Takumi, la
verdad, yo no puedo comprender como es que un sueño puede curar un mal
depresivo como el de Misuki, me parece demasiado arriesgado haber apostado la
vida de una persona a una teoría sacada de un libro de fantasía.
─ No es un sueño simplemente Yoshiro, es un estado
mental guiado que permite estar en pleno contacto con las personas fallecidas,
no solo son una visión, es una vida
paralela que conecta a las personas de forma tan intensa, que permite establecer conversaciones vívidas
con respuestas honestas y necesarias para superar traumas intensos como el de Misuki
al haber visto morir a toda su familia…no es la primera vez que se intenta
hacer algo así, en el Instituto ya se había trabajado con curas de sueño cuánticas
para trastornos en los pacientes, la novedad de nuestro experimento era la
utilización de una proyección onírica. Al principio teníamos esperanzas y las
pruebas eran alentadoras, pero no sabíamos con certeza las consecuencias de un
sueño prolongado y de las reacciones químicas de la droga durante el
experimento
Hayashi
cambió su semblante por uno con brillo en los ojos, recordaba el sentimiento
que tuvo cuando vio los números de significancia en su monitor, recreando el
instante en el que pensó que su experimento y la vida de Misuki tendrían éxito,
imaginándola despertando con alivio agradeciéndole su inteligencia y bondad.
Pero regresó a la realidad, y terminó por decirle a su amigo en tono resignado…
─ Después de que decidí seguir con el proyecto me las
arreglé para hacer un respaldo de todo contra la voluntad de mis tutores,
compacté toda la información, guardé muestras de las drogas y las llevé a mi
departamento, un conocido me rentó su computadora cuántica y pude armar el
laboratorio completo…De haberse logrado, la satisfacción hubiera sido enorme
para Misuki y para… - Se detuvo pensativo, en la pausa Yoshiro completó su
frase
─ Y para ti.
─ Para mí también, pero hubiera sido
la consecuencia de un logro mayúsculo.
Antes de que se acrecentara su
sentimiento de culpa, vibró nuevamente su móvil para avisarle sobre la llamada
pendiente.
─ ¿Qué pasa Takumi?
─ Es este número que me ha estado marcando, no sé si
tenga que ver con todo esto…
─ ¿Algún familiar o algún amigo al que avisó por si algo
pasaba?
─ Nadie sabía de esto Yoshiro, por lo que se no tiene
amigos de confianza y su familia completa murió durante la Segunda Guerra… asi
es como murieron todos.
─ ¿Murieron todos en la Guerra?,¿cómo?
─ Con la bomba la que soltaron los americanos…en
Hiroshima
─ ¿Bomba en Hiroshima? ¿Cuál bomba?
La
cabeza de Hayashi comenzó a revolotear como aleteo de colibrí y simplemente respondió
atónito…
─ No lo sé…
Yoshiro lo
miraba con duda mientras Hayashi trataba de conectar los hechos en su cabeza,
no descifraba realmente de que se trataba su confusión, Yoshiro le explicaba
con voz condescendiente:
─ Hayashi, durante la Segunda Guerra hubo una feroz
batalla en las islas del Pacífico contra los Estados Unidos y varios bombardeos
en ciudades del Japón que incendiaron ciudades enteras, incluso Tokio, pero…
Hiroshima nunca fue atacada.
A
pesar de estar totalmente de acuerdo con Yoshiro, él estaba convencido de que
la familia de Misuki había muerto por esa causa, trató entonces de explicarle a
Yoshiro y a si mismo con frases entrecortadas:
─ Esta, bomba, estalló y destruyó la ciudad completa…. ella
sobrevivió entre los escombros de su casa en las afueras de Hiroshima… era apenas
una niña de ocho años, con heridas graves, fue llevada a un orfanato, tiempo
después la internaron en el Instituto cuando intentó suicidarse por primera
vez…
Pensó en
los reportes de su departamento y de inmediato en el cuerpo de Misuki, debía
regresar. Se despidió de Yoshiro prometiéndole una mejor explicación y que se
mantendría en contacto pronto, su amigo se había ofrecido a ayudarlo a reportar
la muerte, pero Hayashi estaba decidido resolverlo por su cuenta. Yoshiro fue a
despedirlo afuera de su casa, al regresar y cruzar el umbral de la entrada observó
por un breve instante a su asesino antes de que le cortara el cuello con un
sable a sueldo. Hayashi conducía por la carretera sin saber el destino que
había sufrido su amigo, a la mitad del camino sonó nuevamente su teléfono,
entonces sintió que estaba preparado para responder, puso el altavoz y saludó,
del otro lado de la línea, con tono espectral le respondieron…
─ Hola Doctor, pensé que nunca contestaría…
Hayashi
se puso pálido, reconocía esa voz, sintió que el brazo que sostenía el volante
se le desvanecía y tuvo que orillarse para detener el auto.
─ Cómo me gustaría ver su cara en este momento, ¿Su
móvil tiene cámara?
La voz
de Misuki lo tenía espantado a pesar del tono sarcástico y casi alegre que
pronunciaba, no podía hablar del susto…
─ Supongo que ya sabe quién soy Doctor, necesito hablar
con usted, como se habrá de imaginar, es de extrema importancia.
─ ¿Misuki? ¿De verdad eres tú?
─ Tal vez si se hubiera quedado más tiempo en su
departamento, se habría dado cuenta de que mi muerte tan solo fue un breve
instante en la historia de mi grandiosa vida.
Sus
palabras lo seguían confundiendo, hablaba del suceso como algo natural, pero lo
hacía con mucha mayor vida que la Misuki que conoce.
─ ¿Cómo puedo saber que realmente eres tú?
─ Doctor, casi me mata con una inyección de Mitroclorubato
12-57 hace un par de horas, no creo que haya nadie más en este planeta que
pudiera decirle eso excepto yo, a menos claro, que ya se lo haya contado a
alguien, lo cual me parecería realmente estúpido.
Nuevamente
su sarcasmo, Hayashi pensó que podría ser una broma de Yoshiro, pero era
ridículo, su amigo no jugaría con un tema tan serio.
─ Más vale que lo pueda ver pronto Doctor, no quiero alarmarlo,
pero, su vida corre peligro. Lo veo aquí en su departamento, espero que no
tarde… realmente necesito verlo de inmediato.
─ ¿¡Mi vida corre peligro!? ¿Te refieres a la gente del
Instituto?...
Hayashi
quería saber más, pero la línea fue interrumpida. Los sesenta y ocho minutos de
regreso a su casa fueron los más largos de su vida.
…
Al
llegar a su departamento la perilla estaba sin seguro, Hayashi entró despacio, no
podía renunciar a ninguna precaución, la anunciada amenaza de muerte no era
para menos. La luz del pasillo fue revelando una figura sentada en el sillón de
la sala, con un vestido negro ajustado y un gran sombrero del mismo color con
una banda roja, la bata, la angustia y el cabello rapado de hace unas horas
había desaparecido, Misuki sostenía una copa de vino con la confianza de una
diosa, lucía con más edad, más de treinta tal vez, con un cabello largo castaño
hasta el hombro y con las piernas cruzadas, esperando a que Hayashi reaccionara.
─ Venga aquí Doctor, por favor siéntese, tenemos cosas
importantes de que platicar
─ ¿Quién eres?
─ Doctor… ¿por qué la negación?, sabe perfectamente que
soy Misuki Yamamoto, su paciente en el Instituto de Psicología de Osaka,
voluntaria para para la Proyección Onírica Cuántica
─ Te pareces, tienes toda la apariencia, pero no hablas
como ella, tu… eres una impostora, ¡Tú no eres Misuki, maldita mentirosa!, ¡Misuki,
está muerta! ¡Yo te maté!... ¡Yo la maté!
Misuki
se levantó de su asiento, la copa y la botella estaban casi vacías, sintió un
calor que le recorría todo el cuerpo y se acercó a Hayashi que la veía como
quien espera a un tsunami antes de romper con toda su fuerza frente a él sin
esperanza de confrontar la amenaza. Antes de prensarlo como a una presa con un
beso carnoso, Misuki alcanzó a decirle con la mirada decidida.
─ Y no sabes cuánto te lo agradezco Takumi, No sabes
cuánto te deseo…
Hayashi
no podía medir entre la confusión y la excitación de tener por fin a Misuki
encima de él. Luchando cuerpo a cuerpo
mientras desnudaban su pasión sobre la alfombra, Hayashi, todavía con lágrimas
de ira inundando sus ojos pensó que su deseo ya no podía frenarse, oliendo la
piel de Misuki se colaban destellos de confusión… ¿Cómo podía ser?...
¿Realmente importaba? Cuando ella se le entregó por completo Hayashi estaba
absorbido por el amor, todo el sacrificio había valido la pena, aunque fuera en
un momento extraño, sombrío, aunque fuera solo un instante de pasión perdido en
la inmensidad de su existencia.
Después
del éxtasis que le provocó un estado alterado de conciencia, Hayashi observaba
el rostro de Misuki tratando de descifrarlo, pero no pudo hacerlo, no quería
aceptarlo… tuvo el presentimiento de que era víctima de un engaño, se levantó
deprisa y fue hacia su pequeño laboratorio, ahí yacía el cuerpo de Misuki, tal
y como la había dejado, recostada, inerte, sin vida. Hayashi sentía el vértigo
de una caída libre, toda su confusión se convirtió en una amalgama de intenso
dolor. Regresó trastabillando a la sala en
donde estaba Misuki, vestida, serena, como si nada estuviera pasando. Hayashi
se acercó a ella doblándose por el dolor, la veía y cada vez se convencía más de
que estaba ante la presencia de un fantasma. El dolor se intensificaba, Hayashi
sintió un intenso mareo y vomitó sobre la alfombra, Misuki se levantó con cara
de asco dando un par de pasos hacia atrás esperando a que finalmente cayera
inconsciente.
Hayashi
se recobró unos minutos después, estaba recostado sobre el sillón, al sentarse
para recomponer la postura se palpaba la cabeza, apenas podía recordar lo que
había pasado, tenía la esperanza de que todo hubiera sido un sueño, pero ella
seguía ahí, con un semblante que nublaba toda su persona, haciéndola
reconocible pero indefinida.
─ La verdad Takumi, no pensé que tendría que soportar
todo esto – le dijo Misuki mientras se levantaba del love seat, hacia un mueble con vitrales, cogió un vaso riedel
mientras Hayashi la veía aturdido, Misuki abrió cada puerta del mueble hasta
que le preguntó con desesperación sutil:
─ ¿En dónde se supone que tienes tus bebidas Hayashi?,
necesito un trago.
Le
señaló la cocina, Misuki encontró una botella de whisky barato en la alacena,
vio la etiqueta con desprecio y se volvió hacia el love seat, vació la bebida con desdén sobre la mesa de centro
derramando parte de lo que se había servido con movimientos que emanaban indiferencia.
Sentada, jugaba golpeando ligeramente con sus uñas carmín el vidrio del vaso que
reposaba en el asiento, estaba esperando a que Hayashi la interrogara:
─ ¿Qué es lo que sucede?, ¿qué es todo esto?, – Hayashi
meditó un instante su siguiente pregunta - ¿quién eres?
Misuki
lo vio con ligera compasión, terminó su trago y lo puso sobre la mesa, se dirigió
a él con una seguridad innegable denotada en cada palabra:
─ No estoy muerta Hayashi, el cuerpo que ves ahí, -
señaló con la mirada- si es mío, fue mío,
antes de abandonarlo mi mente sobrevivió, y ahora estoy aquí, con este cuerpo,
para encontrarme de nuevo contigo, con un propósito totalmente diferente al
original.
─ ¿propósito?,¿a qué propósito te refieres?, ¿el de
salvarte la vida?
─ Tu experimento fue un éxito total, completo, pero mucho
mejor de lo que esperaban tu o cualquiera de los psiquiatras del Instituto, no
hay forma de que supieran la magnitud de las posibilidades que tenían en sus
manos cuando decidieron intentarlo la primera vez.
─ ¿La primera vez? – le preguntó Hayashi tratando de
interrumpir, pero el monólogo lo eclipsaba…
─ Cuando me encontraba en frecuencia de ondas delta de
sueño y entré a la etapa cuántica pude visualizar perfectamente el escenario que
plantearon para el experimento, estaba consciente de mis sueños y estos se
materializaban con una facilidad increíble, - desvió la mirada para recordar-
…nunca había tenido una sensación similar, contacté a mi familia y decidí
verlos en una cabaña que recordaba en las afueras de la ciudad, al principio no
sabía cómo reaccionar, cómo reaccionarían ellos al verme, simplemente nos
abrazamos y platicamos sobre sobre la tragedia que nos azotó , lo que había
vivido yo en los últimos años y sobre el experimento… Decidimos seguir
conversando, comiendo, riendo, por horas, luego fueron días y así, seguimos
viviendo plenos con todo a nuestra
merced, sin interrupciones, sin lamentos, sin sangre…
Misuki
quedó absorbida por la nostalgia, dio un trago a su whiskey y continuó
repuesta:
─ Dejé correr los días, las semanas, los meses y el
tiempo no avanzaba nunca, toda esa charla y toda esa convivencia no eran
suficientes, nunca lo serían, mi consciencia me recordaba constantemente de que
todo eso era falso, una ilusión, el tiempo era algo totalmente relativo,
incluso absurdo, sabía que si mantenía mi mente aferrada a esa ilusión podría quedar
atrapada en mis pensamientos. Platiqué de eso con mi padre, me hizo notar que
había una luz en el cenit de la esfera de realidad que fabriqué, era la señal
que me marcaron para iniciar la frecuencia de sueño, estaba suspendida en el
tiempo, lo que para mí pudo ser toda una vida, para ti, para ustedes no sería
más que una fracción de una centésima de segundo. Esa ilusión me dejaría en un
limbo casi perpetuo, tenía que avanzar. Me alejé de la cabaña y de mi familia,
viajé al campo para concentrarme en mis capacidades y desarrollar una gran
comprensión del tiempo, del espacio, la materia y de la energía, al cabo de un
profunda meditación pude ver un lugar que estaba más allá de mi esfera de realidad
permanente, una espiral infinita de posibilidades y universos a mi alcance, existiendo
en un lugar más allá de la frontera que me separaba de ellas, una frontera que
debía cruzarse bajo un estado de conciencia más libre, más espiritual y menos
físico, menos material…
-
Asi que decidiste morir – le dijo Hayashi interrumpiendo y murmurando, Misuki
por fin se dignó a verlo y a responderle-.
─ Si Takumi, para poder cruzarla, tuve que morir. Si te
sirve de consuelo, tu no me mataste, yo me suicidé, fue necesario para continuar
mi evolución. Me despedí de mi familia, me enfoqué en la señal del cenit para
activar la frecuencia de regreso, al hacerlo separé mi mente de mi cuerpo en el
momento exacto para que mi esencia quedara suspendida en el universo, divagando
a través del tiempo y el espacio. Cuando tuve la capacidad de entender estas
realidades supe que podía materializarme en ellas y encontrar la oportunidad de
comenzar de nuevo y salvar a mi familia.
Hayashi movía
los ojos tratando de calcular las posibilidades de lo que le decía Misuki, ella
lo intuía perfectamente, se levantó para seguir contándole su anécdota, viendo
su rostro levemente reflejado en el vidrio por donde se asomaba la ciudad de
Osaka le dijo:
─ Ni te molestes en tratar de sacar conclusiones Takumi,
el resultado de que esté yo aquí, hablando contigo y confesándote todo esto va
más allá de tu comprensión.
Una
pausa de reflexión determinó una tregua, Misuki contemplaba el panorama de la
madrugada mientras Hayashi seguía tejiendo sus ideas asimilando la historia que
le contaban, como científico sentía un interés genuino, la fascinación por Misuki
sofocaba la tensión…
─ ¿Qué estás haciendo Misuki?, ¿de qué se trata todo
esto?
─ No es lo que estoy haciendo, es lo que ya hice. Evité la
catástrofe que sufrió Hiroshima durante la Segunda Guerra, tracé un plan que me
garantizara el éxito, un plan que no solo evitara la muerte de mis padres, mis
hermanos y de toda mi familia, si no la de toda la ciudad y la de todo el
imperio japonés. Trabajé con un Plan de Intervenciones y Contingencias, no
existía la certeza de tener éxito desde el primer intento, asi que diseñé
diferentes intervenciones capaces de cambiar el curso de la guerra y de la
historia, cada uno con su respectiva contingencia y ordenados por prioridad y
probabilidad de éxito, al principio quise simplemente alertar a mi familia para
evadir la bomba, pudimos salir de Hiroshima para irnos a vivir al campo… pero, en
esa mañana de agosto, a pesar de estar muchos kilómetros alejada de la
destrucción, pude ver con claridad, esa, explosión de luz, ese destello que por
terquedad y curiosidad se me clavó en los ojos, cegándome, como una analogía de
mi total desinterés por el resto de las vidas humanas, sufriendo desgarradoramente
en un instante, - sus ojos se llenaron de brillo húmedo- no me detuve a pensar
sobre la responsabilidad que tenía en mis manos, una responsabilidad de
proporciones incalculables... logré mi objetivo principal, pero eso había sido
tan solo una minúscula acción dentro de la inmensa gama de acciones de la historia,
nada relevante, nada significativo….
─ Salvar a toda tu familia, y recobrar tu vida… ¿no te
parece significativo?
─ No cuando sabes que pudiste salvar la vida de tantas
personas, yo tenía la capacidad suficiente para hacer más, tenía que hacer más…
deseché gran parte del plan original con mi familia como prioridad.
Hayashi
la miraba asombrado, comenzaba a comprender la magnitud del sufrimiento y
compromiso que vivió Misuki
─ Abandoné nuevamente a mi familia, pero, estaba segura
de que era lo correcto, debía evitar aquella masacre, aquel magnicidio que dejó
una mancha imborrable en la consciencia de la humanidad….
Misuki vació
en su garganta el último trago de su vaso, a pesar de todo del alcohol ingerido
no titubeaba ni un instante, sus palabras seguían claras y penetrantes…
─ Al principio intenté eliminar a los autores de la
bomba, pero no pude convencer a nadie
sobre la existencia del proyecto Manhattan, para lograr este plan debía renacer
años atrás y hacerlo yo misma, … debía ir a la fuente, antes de que un
científico alemán descubriera el átomo y comenzara el desarrollo de esta arma, pude
retrasar el avance tecnológico militar
de los occidentales, pero la maldición que lleva la humanidad dentro de su
psique de ambición y de poder va más allá de cualquier invento o descubrimiento
particular, asesinar a Einstein no fue tan útil como imaginé, lo fue en
términos prácticos, la bomba nunca cayó en Japón pero desató otro tipo de consecuencias…
al no rendirse el imperio japonés, los americanos avanzaron hacía la invasión y
alargaron la guerra más de 5 años, costó la vida de millones por hambre y suicidio
y al final el imperio terminó sucumbiendo y todo culminó con una cantidad de muertes incontable, los
americanos se cobraron todo el sufrimiento, sus soldados asaltaron, violaron y
asesinaron, hicieron de la isla una colonia capitalista, … no pude localizar a
mi familia, supongo que sufrieron terriblemente durante la guerra, yo estaba
devastada y frustrada. Decidí que debía tomar la historia más de frente, ser
parte de ella misma convirtiéndome en una actriz de cambio, mi acciones seguían
siendo insignificantes, no eran más que estupideces sin consecuencias reales…El
siguiente plan fue trabajar con el
imperio japonés para construir la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia
Oriental… me quité la vida para regresar al universo e intentar de nuevo, esta
vez nací años atrás para formarme como una estratega militar imponente, gracias a mi gran inteligencia y conocimiento
llevé a la armada imperial a la victoria en las islas del pacífico para detener
el avance de los americanos y su misión con la bomba. El número de islas en
control de nuestra armada había provocado una complicación logística enorme en
la misión que lanzaría la bomba nuclear. Para cuando los americanos le
confiaron el proyecto de la bomba a los rusos, ya los habíamos derrotado en
Manchuria, una vez que tuvimos los dos frentes asegurados se firmó la paz y el
Imperio Japonés firmó la paz con los aliados asegurándole su territorio en
posesión que incluía todo indochina, las islas del pacífico sur y la región de
Manchuria que incluía una parte de Siberia, unos años después invadimos
Australia, ya nadie opuso resistencia y se formó lo que ahora conoces como el Japón
Imperial y Esfera de Coprosperidad, esta gran nación asiática que pudo
desarrollarse como era debido, con un gran potencial tecnológico, militar y
económico tan grande que pudo opacar a los grandes países occidentales, creando
un equilibrio de poder suficiente como para aislarnos y llevar por nuestra
cuenta el verdadero concepto de civilización, - Misuki sonrió sarcástica y
señaló el televisor plano que reposaba en la pared – mira, ese tipo de
tecnología hubiera existido veinte años después, o tu teléfono, o los aparatos
de la cocina, toda la energía que consumimos
no hubiera sido posible si no hubiéramos ganado la guerra… el imperio
logró un avance tecnológico extraordinario, nuestro sustento económico era tal
que no dependíamos de ningún otro continente, impusimos el boicot tecnológico a
occidente y los relegamos a otra era, hoy en día Tokio controla la mayor
cantidad de conocimiento humano en toda la historia, todo está organizado para
hacer de nuestra isla un epicentro de poder mundial…
Los ojos
de Misuki parecían resplandecer, su discurso se había transformado en una
historia que iba revelando su verdadera personalidad, ese ser que había
recopilado tanta experiencia y tantas vidas capaz de ir, hacer y deshacer a su
gusto, le provocó de nuevo un sentimiento de angustia a Takumi que le decía
consternado:
─ Pero Misuki, eso no tiene sentido, yo siempre viví
bajo la historia del Japón Imperial, yo no pude haber vivido otra cosa de no
haber sido por el experimento del sueño cuántico…
─ Takumi, parece que todavía no comprendes la magnitud
de tu descubrimiento, de mis capacidades y las del universo, lo que ustedes
conocen ahora como teoría cuántica es la base de una herramienta que utilizo
para cambiar la historia y con ella todos los recuerdos de las personas que
viven en este mundo, digamos que todas las partículas que formaron tus
recuerdos a través de toda tu vida, también viajaron en el tiempo para darte
toda esta percepción que tienes sobre la vida, para ti la bomba nunca existió…
─ Pero ¿cómo es posible que existan dos Misukis? Cómo
pudo existir el experimento sin una Misuki colapsada por la depresión, buscando
una solución, un doctor que la curara y con ello encontrara esta infinita
posibilidad de darte este, esta… facultad, este… poder
─ Takumi... – se le acercó Misuki con condescendencia
para acariciarle la mejilla – sigues haciendo las preguntas equivocadas.
─ ¿A qué te refieres?
─ Deberías estarte preguntando por ejemplo… ¿por qué
estoy yo aquí? ¿no crees? ¿no te da curiosidad? Saber el porqué, una mujer como
yo, con tan elevado nivel de conciencia, con tal nivel de madurez intelectual,
con una comprensión del universo que nadie jamás ha conocido, viene a este
departamento perdido de Osaka para encontrarse de nuevo contigo…
Takumi
buscaba una respuesta, trataba de conectar los sentimientos que tenía por Misuki
y una razón lógica por la que ella estuviera ahí con él en ese instante perdurable
de su vida. Concluyó que lo buscaba por ambas razones, Takumi le dijo con una
seguridad forzada:
─ Es obvio que nos une un sentimiento Misuki, tu y yo
creamos esto, soy parte de ti, de lo que eres, de no haber sido por mi esfuerzo
y necedad de continuar con el proyecto, nada de esto te hubiera sucedido, regresas
a mi vida con misterio y con sexo…
─ Debo de reconocer que subestimé la importancia que tienes
en mi vida, pero debes comprender que eso compensa el rencor que siento por
todo lo que tuve que vivir… no sé en qué momento decidí abrazar mi vida como
una responsabilidad que me llevó a una vida de dolor y penumbra, he concluido
que fui llevada a tener un alma de almas atravesando la historia para
restablecer el orden que perdió la humanidad…
Hayashi
la veía preocupado, tenía miedo de hacer la pregunta que pedía Misuki
─ ¿Qué es entonces?, ¿por qué estás aquí?, ¿para qué
dignarte a venir y buscarme? Qué puede querer de un pobre mortal como yo de una
diosa como tú.
─ El poder que tengo fue resultado de una probabilidad
de eventos dentro de esta realidad, yo lo utilice para el bien de mi familia y
posteriormente por el de la humanidad para crear un mundo libre de fuerzas
hegemónicas de viles propósitos, si cae en manos incorrectas regresaríamos a la
barbarie que sufrimos a consecuencia de un equilibrio de poder maligno, La
Esfera de Coprosperidad es lo que necesita ahora la humanidad para no perder el
piso y mantener el control, lo último que necesitamos es que algún engendro del
mal tenga la posibilidad de encontrarse con una capacidad así.
Hayashi
recordó la llamada cuando regresaba de la casa de su amigo, recordó la
advertencia que le había hecho Misuki, sintió un grave presentimiento que se
recorrió hasta debilitar sus piernas y su espíritu, tuvo que tomar fuerzas para
declarar antes de su sentencia.
─ No quieres dejar cabos sueltos
─ Eres una persona inteligente Takumi, podrás comprender
porque tuve que matar a Yoshiro, no tenía alternativa, le platicaste todo sobre
el experimento y para cuando quise evitarlo era demasiado tarde, nunca
contestaste mi llamada, lo bueno es que pude contactarte después, para verte
aquí, para no dejar cabos sueltos como tú dices.
Se
vieron directamente, un par de segundos, Hayashi con la voz débil le preguntó
finalmente
─ ¿Vas a matarme?
Un
leve asentimiento de Misuki bastó para que Hayashi desesperado saliera
corriendo hacia la salida, pero al abrir la puerta lo esperaba uno de los guardaespaldas
de Misuki que lo tomó del brazo y lo obligó a ver hacia Misuki que le dijo con
voz ligera:
─ Takumi, siéntate por favor
Lo hizo
sin hesitar, al encontrarse de nuevo con ella, ya no tuvo que hablarle,
mientras ella fue por su bolso que estaba sobre la mesa de la sala y sacó un
arma de pequeño calibre, ¿Hayashi se hincó rogando por su vida tomándola de las
piernas con desesperación?
─ ¡No me hagas esto Misuki por favor! ¡yo no quiero
morir! Te prometo, te juro que no diré nada, ¡puedo destruir la fórmula, y la droga!
─ No haga esto menos decoroso Takumi, entiende que es
necesario
Hayashi
se levantó sollozando señalando hacia su laboratorio.
─ Todos los archivos están en dos respaldos y una sola
computadora, puedo borrar todo y podemos ir al Instituto para asegurarnos
también…
─ Te agradezco que quieras facilitarme el trabajo, pero
no es suficiente…
─ ¡No quiero morir!
─ Eres un buen hombre, sabrás encontrar tu camino a
través del universo…
Sonó el
arma de Misuki y el cuerpo del doctor cayó sobre la duela derramando sangre que
se esparció lentamente debajo de la mesa, antes de alcanzar el pie de Misuki,
la verdugo se dio media vuelta y se dirigió al laboratorio, sacó de su bolso un
líquido que esparció por toda la habitación, sacó una caja de cerillos y aventó
uno encendido sobre la duela que se cubrió violentamente un fuego
incandescente.
Salió
del departamento dejando detrás una colmena de destrucción que comenzó a
esparcirse por todo el edificio, del otro lado de la calle su escolta la
esperaba en su auto. De camino a casa, Misuki acarició su vientre, reflexionó
con ansiedad sobre el futuro y en los años que restaban para concretar su herencia
a la humanidad y alcanzar el descanso anhelado.
...